miércoles, 25 de noviembre de 2009

Constanza.

Introducción

Cuando la princesa contaba con tres años de edad, su padre Jaime II entrega su mano al infante D. Juan Manuel produciéndose mediante este compromiso un pacto de lealtad del Infante a su futuro suegro el Rey. Corría el año 1303.
En aquella época, los hijos eran vistos siempre como piezas de intercambio en la política de Estado, ya que realizar un buen matrimonio era clave en el gobierno del reino. Cualquier príncipe que tuviera bienes preciados era un buen candidato para acordar estos matrimonios concertados. La vida de nuestra infanta Constanza iba a estar marcada desde su más tierna niñez.


En 1306, el Infante D.Juan Manuel firma en Valencia las capitulaciones matrimoniales con Constanza de Aragón (6 años de edad), trasladándola al Alcázar de Villena y acordando no consumar el matrimonio hasta que ésta alcanzara los doce años de edad.
A partir de este momento Constanza, recluida en su castillo y acompañada de un extenso séquito de damas de compañía, instructoras, sirvientes y centinelas, pasaría sus días entretenida en aprender todo lo necesario para cumplir su “afortunada misión”: ser la esposa del Infante.
Para ello sus instructoras le enseñaban las tareas necesarias para desempeñar tal función. La Infanta recibía lecciones de canto, baile, de modales, de costura y lo básico en cuanto a cultura. Le enseñaban a leer y escribir, y ,a veces, cuando venía algún juglar al castillo, escuchaba sus Cantares . Cómo le gustaba al princesa oír esas historias tan maravillosas en las que aparecían caballeros que salvaban a sus damas de los más difíciles infortunios. Ella pensaba : yo algún día también seré salvada por mi prometido y se emocionaba,!qué suerte había tenido…!
En el castillo ,propiedad de su futuro esposo, su vida transcurría tranquilamente, bien, entreteniéndose con sus largos paseos en los aledaños del castillo junto a sus damas o bien, en otros momentos, bordando su ajuar nupcial .Por las tardes, tenía tiempo par dedicarle a estos menesteres pero las mañanas estaban destinadas a sus lecciones. Su preparación era lo más importante, así se lo habían inculcado y así tenía que ser ,no podía defraudar a su futuro esposo…él merecía una esposa acorde con sus necesidades, por tanto, ella se esforzaba mucho y esperaba fervientemente cumplir con todas las expectativas de su amado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario